El despertador sonó a las 5.30. Después del desayuno, una parte importante de la expedición del CE Picornell se citó a las 6.20 en el Hall del Hotel Garbí (desde donde está tomada la foto) para partir hacia boxes. Como podéis ver, literalmente, aún están poniendo las calles...
La contractura cervical y bloqueo vertebral que sufrí cuatro días antes de la prueba no fue obstáculo para empezar la jornada con optimismo y alegría. Los cuidados y arreglos de mi fisio Ricard Marí fueron de gran ayuda.
Los 1.900 metros de natación fueron fáciles, sin oleaje ni corrientes. 33.04 registré en el primer sector. Creo que no es un mal tiempo para un nadador discreto como un servidor.
Después de despojarme del neopreno y de una transición excesivamente lenta (siempre hay cosas a mejorar), era el turno de la bici. Ojo a la crema solar que me eché en la cara y que aún debía expandirme sobre la marcha.
Cambio de sentido en la rotonda de Mataró.
Llegando a Calella. Tras sólo dos semanas de entrenamiento con la 'cabrita' Canyon y los problemas derivados de ello (la citada contractura) paré el crono en 2.28.47 (36,3 km/h de media). Hay que seguir trabajando la nueva postura sobre la bici pero estoy satisfecho.
La segunda transición (T2) siempre es más sencilla para mí y, por tanto, fue mucho más rápida que la primera. En la imagen. saliendo de la carpa donde teníamos preparado el material para salir a correr.
Encarando la recta final ante el alboroto de la grada.
Llegando a la meta de Calella tras 21.097 metros de carrera a pie. Mi parcial fue de 1.33.11, con la sensación de haber corrido ligero y sin terminar destrozado.
Mi tiempo final fue de 4 horas 40 minutos 35 segundos (el tiempo que aparece en la foto superior es el de los pros, que salieron unos 20 minutos antes).
Terminé el 182 de la general (sobre unos 1.450 que tomaron la salida) y el 37 de mi grupo de edad (35-39 años) de los 230 que participaron.
http://www.challenge-barcelona.es/shownoticia.php?not_id=306