Beach Boys. 50 años de pop delicioso y bellas armonías vocales

Los Beach Boys escogieron Barcelona para celebrar sus 50 años de carrera. Una elección que me permitió disfrutar en vivo de uno de los grupos con los que más he vibrado desde pequeñito. Aunque no están, ni mucho menos, todos los miembros fundadores de la banda (dos de los tres hermanos Wilson ya han muerto) y los miembros principales superan los 70 años, me emocioné en muchos momentos del concierto.

En el Poble Espanyol no hubo un lleno absoluto, pero sí un buen ambiente entre un público muy heterogéneo, con diversas generaciones entre los espectadores. Brian Wilson, uno de los mejores compositores de todos los tiempo (comparable, en mi opinón, al dúo Lennon-McCartney) hacía la friolera de 20 años que no tocaba con los 'Chicos de la Playa'. Su estado de salud no es el más adecuado y, durante la audición, se limitó a tocar el piano en algunas canciones y a poner voz de vez en cuando. Más presencia tuvieron el vocalista Mike Love, auténtico showman y líder de la banda (y quien curiosamente ha tenido pleitos con Wilson por los derechos de autor) y el gutitarrista Al Jardine.

El genio Brian Wilson, al piano, cantando God Only Knows. Donde no llega su voz, alcanza su inmenso talento.

Obviamente, les acompañaban una decena de músicos para apoyar en voces (sobre todo en las famosas armonías vocales que hicieron célebre a la banda californiana) e instrumentos. De este modo, el concierto duró más de 2 horas y nos obsequiaron nada menos que con 45 canciones. Como soy un enamorado de los discos Pet Sounds y Smiley Smile (una 'sucedáneo' de lo que debía ser el faraónico  Smile), disfruté sobre todo God Only Knows, Wouldn't it be nice, Sloop John Bee, Heroes and Villans, Good Vibrations, todas ellas seguidas y de una tacada.

A la izquierda, con gorra, el vocalista Mike Love. A la derecha, Al Jardine, un tipo que me cayó especialmente simpático y que me sorprendió por su naturalidad y espontaneidad.